domingo, mayo 23

Mail 12: Mi más loca pasión siempre has sido tú

Emily:

Sabía que ese día estuviste aquí. Cuando llegué estaba tu aroma impregnado en toda mi habitación. Me has dejado completamente en Shock al saber que fue todo real, que tu presencia estuvo en el mismo espacio que el mío, y yo no estaba ahí para aprovechar ese inesperado momento. Y más aún saber que las cosas pudieron cambiar a nuestro favor si tan solo yo hubiera llegado 1 hora antes.

No sabes como me he martirizado leyendo tu email. Me has hecho subir al cielo y caerme en el infierno en menos de 2 minutos. No sabes como mi corazón volvió a latir al saber que pensabas volver conmigo, que querías poner fin a este “Tiempo” y volver a vivir nuestra historia. Pero luego volvió la bradicardia al darme cuenta que te he perdido de nuevo, y ésta vez puede que sea para siempre, no, no quiero ni pensarlo, no para siempre. Por favor déjame explicarte, lee todo el mail.

Emily, las cosas no han cambiado. Lamento mucho que tuvieras que encontrar esa nota de Luz. No sé que decirte con respecto a eso, creo que lo más adecuado es que sea la verdad.

El no saber de ti me hirió mucho. Me tenías angustiado, tras escribirte 2 mails seguidos sin recibir respuesta, llegué a pensar que simplemente ya no me leías, como dijiste que querías partir de nuevo, ser de nuevo la persona que eras, ignorando mi existencia era una buen comienzo para hacerlo. Así lo pensé, o no me leías o no querías responderme. Las dos eran señales de que ya no te interesaba.

Tuve que armarme de mucha voluntad para no seguir escribiéndote. Pasé muchas noches tratando de contenerme de no agarran ni un lápiz ni un papel y de no presionar la palabra “Redactar” en mi mail. Revisaba mi bandeja de entrada millones de veces al día y ni una sola novedad, ni siquiera spam tenía. Así que después de 4 días decidí dejarlo y olvidar mi notebook.

Algo que no te he contado, vía mail, pero si en mis pensamientos, es que me despidieron. Tras haber faltado 4 días seguidos y con mi poco compromiso con la empresa, decidieron darme el sobre azul. Ni si quiera me esforcé en pedir una segunda oportunidad ni nada, ya lo esperaba y lo quería, y así sucedió.

No intento justificarme en nada, solo intento que sepas todos los motivos que me llevaron a hacer lo que pasó, y que antes de leer tu mail no me arrepentía, en cambio ahora son como miles de piedras que golpean mi espalda.

Ese día del despido, ya no quería más de nada de la realidad. Y a pesar de que mis heridas iban sanando de a poco, volví a “El olvido” a embriagarme, intoxicarme, torturarme o lo que fuera con tal de poder despertar de la pesadilla que ha sido mi vida.
Diego, me recibió con los brazos abiertos, pero evitó a toda costa que bebiera más de la cuenta, por más que se lo imploré, no hubo caso y no me dio ni un solo trago. Lamentablemente no tenía dinero como para irme a otro lugar por lo cual tuve que acatar lo que me imponía Diego.

No sabía que iba a hacer, donde iba a conseguir otro empleo, donde iba a obtener dinero para incluso comer al día siguiente, donde iba a poder curar mi necesidad de querer estar contigo, de extrañarte, de desearte, de amarte, de no pensar más en ti. Fue en esa plena reflexión que hacia en la barra del bar y con un vaso de agua en mi mano, cuando Diego me pasó su celular, me dijo que alguien quería hablar conmigo. Después de 3 intentos que hizo en entregarme su teléfono, lo tomé con desagrado y contesté. Era Luz, me decía que estaba con Cinthia, y que la esperara que iba camino al bar para hablar conmigo que me tenía una propuesta. Aunque no quería estar con nadie más que conmigo mismo y un poco de alcohol acepté y la esperé.

45 minutos más tarde, llegó Luz, con sus botas largas, pantalones negros ajustados, que demarcaban su firme trasero. Su cabello rubio corto le llegaba hasta el lóbulo de la oreja y permitía la visualización de unos aros largos y brillantes que le tocaban el borde de sus hombros, una especie de chaleco corto y suelto dejaba descubierta la línea horizontal levemente inclinada de su clavícula izquierda. Todo esto completaba la apariencia de una mujer preparada para dejar loco a cualquier hombre que la viera, cualquier hombre excepto a mí.

Estuvimos hablando mucho, sobre mi futuro, mi camino a tomar, convenciéndome de que no me abatiera tan rápidamente, que habían muchas más posibilidades tanto de trabajo como de amor. Que si, la vida me ha tocado dura, pero siempre viene algo mejor, si ya tocaste fondo, me decía, ¿que más mal te puede pasar? así que desde ahora todo va a ser mejor, me repetía a cada momento. Hasta que soltó lo que me tenía que decir. Me contó que le habló de mi a una amiga que es la dueña de la galería de arte “Mirror”, aquella que queda en el centro de la ciudad, en ella exponen los mejores artistas del país y sus exposiciones son publicitadas tanto en televisión, diarios y revistas. Me dijo que justamente querían contratar a un nuevo empleado que se encargara de las ventas de las obras. Así que me consiguió una entrevista. Quedé muy agradecido con ella, tal vez, me dije, este sea el nuevo comienzo que necesito.

Dos días después tuve la entrevista con la Señora Layont, una persona muy sofisticada, amable, y con un gran amor por las bellas artes. Estuvimos hablando sobre pinturas y esculturas que son lo que se exponen en la galería. Todo resultó de maravilla y me dieron el trabajo. Luz me esperaba afuera y se alegró mucho el saber que ya por lo menos tenía empleo, y no solo cualquier trabajo, si no que por primera vez en mi vida iba a hacer algo en lo que realmente me apasionaba.

Mis primero días en la galería fueron muy estresantes, tuve que aprender todo sobre las obras que estaban en venta, que no son pocas. Un mundo nuevo se abrió en mis ojos en cada cuadro que analicé, en cada escultura que vislumbré. Todas explotando su mensaje, me permitieron tomar un respiro de mis desgastados remordimientos y penas, por fin había encontrado la forma de no sentirme solo con la vida, de no pensar en ti por lo menos dentro de lo que durara el día. Conocí mucha gente, en especial artistas, personas muy sensibles al tacto de lo humano, y con una afinidad con la belleza que solo sus obras pueden describir. En fin, cada día todo marchaba increíble y sentía que podía volver a sonreír, hasta que llegaba el atardecer, y tenía que volver a casa. Y nuevamente era aquel que solo quería olvidar. Diego me llamó varias veces para que fuera a su casa algún fin de semana para que conociera a su familia. Obviamente rechazaba cada invitación.

Muchas veces llegaba a ver mis correos a ver si habían noticias tuyas, y nada. No sabes como te extrañaba, bueno aún lo hago eso no cambia, se que te habrías puesto muy contenta saber que por fin hago algo que realmente me gusta y que disfruto levantarme cada día al trabajo. Que raro suena eso, no parece que soy yo quien escribe esto.

A pesar de que siempre rechazaba las invitaciones a salir de Cinthia y Diego, todos los días almorzaba con Luz, la revista donde ella trabaja queda a solo 3 cuadras de la galería y como sabia que yo aún no tenia para nada, ella me invitaba a comer. Hablábamos mucho, generalmente era yo el que mas hablaba, cuando ya me empezaba a poner melodramático ella salía con una de sus historia romántica graciosa que tenía que escribir y me alegraba el rato.

No se como hablarte de Luz, ella ha sido un gran apoyo este último tiempo, y si no fuera por ella, no se donde habría estado ahora, quizás tirado ebrio en las afueras de un bar o embargado de mendigo en la calle entregado a la soledad. Se que ella es un poco vulgar, está acostumbrada a decir lo que piensa, no le gusta quedarse con las cosas adentro y si algo no le parece lo dice y ya. No lo gusta el machismo y no soporta a las personas que fingen ser algo que no son.

Una tarde me pasó a buscar al trabajo con una botella de Wisky, no quería ser descortés, después de todo lo que había hecho ella por mí. Y la invité al departamento, justo había hecho un aseo profundo el día anterior ya que todo estaba un asco. En la terraza nos tomamos casi toda la botella, poco a poco el Wisky ya dejaba de ser en las rocas y empezamos con el puro. Luz me tenía con ataques de risa por cada barbaridad que decía, cosas como culo, mierda, maricón salían constantemente por su boca y ya ni sentido tenían, y solo provocaban el no poder parar de reírme. Y en plenas carcajadas te oí reír, escuché tus risas como cuando te daban ataques en el Fito, como cuando no soportabas las cosquillas en la cama y gritabas exaltada de alegría. Miré hacia donde estaba Luz y ella ya no estaba, estabas tú con tu pelo rojizo tomado y tu sonrisa que hizo que mi corazón saltara a una increíble velocidad, tanto así que podía sentir su palpitar hasta en la punta de mis dedos. No soporté verte ni un minuto más y me lancé a besarte, tomé con brusquedad tu cara y te besé, desesperadamente me devoré tus labios. Tú me respondiste con igual intensidad y en unos cuantos segundos te había levantado de la silla y te había llevado a nuestro dormitorio.

No tuve razón, ni conciencia, nada me podía hacer explicar el como llegaste ahí. Simplemente mi instinto de volver a verte impidió cualquier razonamiento que mi mente hiciera y solo mi cuerpo y mi corazón dominaron en cada instante.

Ya en la cama despegué mis labios de los tuyos y te volví a mirar, tan hermosa como siempre, tus ojos inundaban pasión y me preguntaban porque me detenía, simplemente quería llenar mi vista de tu presencia que tanto extrañaba.

Te desnudé lentamente, besé y toqué cada parte de tu cuerpo, te había extrañado tanto, te había soñado tanto, y ahora estabas ahí conmigo, y quería aprovecharte y disfrutarte en cada aliento que dejabas. El escucharte decir mi nombre me hacía caer en la perdición de no dejarte ir jamás, te quería cada vez más, te necesitaba cada vez más y ya no podía esperar el poseerte por completo.

Te hice el amor de la forma más dulce e impaciente posible, nada me podía explicar el milagro de tenerte, pero todo mi cuerpo agradecía poder volver a sentirte una vez más. En cada embestida mis labios no querían despegarse de tu piel y exigían impacientes el contacto con los tuyos. El placer aumentaba y tus labios repetían el sonido de mi nombre una y otra vez, pidiéndome cada vez más, no pude resistirme mucho tiempo y ya sin poder aguantar te entregué mi trascendencia. Te bese lentamente una vez más y reposando en tu pecho mi alma hablo por mi boca “Te amo Emily”

La gran sorpresa cuando desperté fue que no estabas, no estaba tu pelo rojizo en mi pecho, si no que en cambio estaba el rubio de Luz. Fue ahí recién cuando en mi mente el raciocinio se apoderó de mí. Y me dí cuenta de lo que había hecho.

Hablé con Luz y le conté realmente lo que había pasado, que no era a ella a quien había amado. Me dijo que se había dado cuenta ya que al terminar había dicho que te amaba. Me sorprendió el saber que no le importaba, que no se sentía herida ni usada, simplemente para ella fue solo sexo, sin sentimientos y según ella nos hacia a ambos harta falta.

No me arrepentí en ese momento, porque siempre fuiste tú, fue a ti a quien le hice el amor, fue a ti a quién amé esa noche y nadie me va a decir lo contrario. Y si la única forma de estar contigo es con una botella de Wisky, me volvería alcohólico por ti, y lo volvería a hacer sin pensarlo. Sin embargo el saber que tú piensas que lo hice con Luz me hizo arrepentirme de todo, y maldecirme nuevamente por mi mala suerte.

Como te digo no sabía como decirte todo esto porque se que te haría daño de cualquier forma. Pero todo lo que he escrito en este mail es solo la verdad. Mi amor por ti no se desprende, incluso no creo que nadie pueda sacarlo de mí. Eres tan parte de mi vida que no podría dejarte jamás.

Se que me amas, me extrañas, tanto como lo hago yo, por algo viniste y querías que volviéramos. No sé si después de lo que te he contado quieras hacerlo. Cualquier persona no lo haría. Pero nadie ama tanto a otra persona como yo te amo a ti. Siempre has sido mi vida, mi inspiración, y ahora eres mi más loca y hermosa ilusión.

Volvamos Emily, te lo suplico, no quiero volver a perderte.

Te adjunto el video de la canción de Katty Perry, “Thinking Of You”

Te amo

Miguel