Asunto: La forma en que me recuerdas
Emily:
Que bueno es saber noticias de ti, ya me tenías un poco preocupado, me imaginé, en el mejor de los casos, que debieras estar en un lugar donde no hubiera Internet, ya que no me escribías, además ya me confirmaste que no piensas contestar tu celular si soy yo el que llama. Así que bien, me has quitado un poco de mi paranoia.
Que raro eso de tu apoderado de querer que tú vallas a hacerle clases a su sobrino que queda en otra región, le habría salido mas a cuenta contratar a una profe de allá ¿no?, así se hubieran ahorrado el alojamiento y traslado. Pero ya me debo de imaginar porque te quisieron a ti, eres tan buena profesora y tan admirable con los niños que obvio si tienen dinero no les debió importar gastar mucho más para que fueras tú la que ayudara al niño. Espero que te haya sido muy grato. Es mas de seguro que te van a volver a llamar y tendrás que pegarte otro viaje por esos lados. Ojala me avisaras antes para no quedarme tan preocupado por la ausencia de tus mails.
Bueno te cuento, ayer pasaron varias cosas. Empecemos por el principio.
Efectivamente era Diego el que tocaba la puerta cuando estaba terminando de escribirte ayer. No venía solo, venía con su hermana Cinthia. Al verla me acordé inmediatamente de ella, esa niña de 10 años que cuando íbamos a ensayar a la casa de ellos, Cinthia llegaba siempre con 2 amigas y nos miraban, e incluso nos aplaudían cuando terminábamos cada canción hasta que se aburrían y volvían a jugar a las barbies o a mirar tele. Ella al verme no me supo identificar cual miembro del grupo era, tuve que decirle que era el bajista y se mató de la risa porque recordó que era el que cantaba mas mal y nunca me pasaban un micrófono, solo me dejaban con el bajo. Ni yo me acordaba de eso, claro que me acuerdo que soy pésimo cantante pero no de que no me dejaban cantar.
Cinthia me examinó, me contó que hace unos meses se tituló de enfermera y que está trabajando en un consultorio de por aquí cerca. –“Te dieron una buena paliza”- Me dijo, me limpió las heridas de la cara, que ya no se veían tan mal de cómo estuvieron hace 2 días, luego me examinó las costillas, me dijo que era probable que estuvieran rotas, que sería bueno que me acercara a un hospital para que me sacaran radiografías, pero ¿para que?, le dije yo, lo que menos quiero ahora son exámenes y cosas así, si están rotas se curaran ¿no?, y es obvio que no me están causando mayor daño en los pulmones o si no ya estaría muerto, no habría durado 2 días. Por más que me insistió, mi respuesta fue rotunda NO HOSPITALES, NI MEDICOS, NI RADIOGRAFIAS. “Es tu cuerpo y tu dolor” me respondió, me alegró que me entendiera, pero me hizo un vendaje en el tórax para que no forzara mucho las costillas. Estuvimos hablando luego un buen rato los 3, por mas que me preguntó que porque estaba así, no tuve ni fuerzas, ni ganas para responderle con la verdad y agradecí mucho que Diego tampoco se fuera de lengua. No tenía nada que ofrecerles, ni para tomar o comer, porque en la casa ya no queda nada, no he ido a comprar y ya el refrigerador está vacío si no fuera por los cubos de hielo y el queso está en completo estado de oxidación. Me dijeron que no me preocupara, que me cuidara no más y no me metiera más en problemas. Así que se fueron, y volví a quedarme una vez más solo.
Ya a eso de las 9 me aburrí de la tele, comenzaron las noticias y no quería ver ya más accidentes o asaltos. Así que pesqué mi chaqueta y me fui a caminar. Hice el trayecto que hacíamos cuando nos dio por hacer ejercicio y dijimos que íbamos a caminar todos los días ¿recuerdas? y claro nos duró menos de 2 días. Bueno hice ese mismo trayecto y pasando por fuera de un pub me encontré con un grupo de mujeres, todas muy bien arregladas con tacones y sus mejores perfumes. Una me llamó por mi nombre dudosamente, me dí vuelta, y una sonrisa me esperaba de vuelta, era Cinthia, “tanto tiempo sin verte” se rió, me acerqué a saludarla y a volverle a dar las gracias por lo de la tarde, y me preguntó que hacia tan solo caminando, solo estoy paseando le respondí cortante. Me invitó a quedarme con ellas, si es que no tenía otro panorama si quería pasar el rato con ellas, “no mordemos ni acosamos a hombres solteros solo queremos tener más gente para divertirnos y reírnos de lo que nos hace llorar, ¿te unes?”. Bueno dije yo, total entre seguir llorando solo, buscando algo en la casa que me pueda inyectar o beber, no me vendría mal un poco de música en vivo y unos cuantos tragos con mujeres sin compromiso. Bueno eso pensaba yo, con el paso de la noche y de varios roncola era una especie de sacerdote escuchando los pecados de cada una, me di cuenta que de las 4 mujeres con las que compartía mesa incluyendo a Cinthia, 2 estaban comprometidas o en pareja (Eli y Cinthia) una era mamá soltera (Isidora, supongo, porque le decían Isi todo el tiempo) y la otra era la señorita liberal “no creo en el amor” (Luz). Todas se habían conocido en la universidad cuando estudiaban enfermería, de las cuales 3 lo son profesionalmente. Luz se había retirado por falta de dinero en el tercer año y terminó siendo “paradójicamente” escritora de una columna de amor en un diario, dice que seguramente por eso mismo no cree en el amor, ya que conoce tantas historias unas que tienen final feliz y otra que no, que simplemente cree que los hombres no son capaces de enamorarse, que solo actúan por instinto al apareamiento y las mujeres se ilusionan tanto con encontrar a ese hombre de las novelas románticas que enaltecen a sus parejas y creen que es amor lo que viven “pobres ilusas” decía a cada rato, era una muletilla bastante penosa. Me sentía como si estuviera en esa serie que te quedabas mirando hasta tarde todos los domingos “Sex and the city”, la diferencia es que tenían un espía del otro bando en medio.
Me sentí bastante cómodo, después de varios tragos, me preguntaban de todo, ¿porque los hombres esto? , ¿Porque ustedes piensan esto otro? Etc. y comenzaron a lamentarse de sus relaciones actuales y pasadas. Me estaban bombardeando, hasta que Luz salió a mi defensa y las obligó a que me dejaran en paz, “se supone que teníamos que pasarla bien ¿no?, y dejen ya de lamentarse frente a Miguel de sus inútiles medias naranjas, ¿que irá a pensar Miguel que solo nos juntamos a llorar y lamentarnos los actos de los hombres?” Fue muy acertado lo que dijo, realmente me estaba preguntando eso mismo y la remató con un “¿Ustedes creen que ellos hacen lo mismo?, que se juntan a lamentarse o a decir lo preocupado que están por sus mujeres, o lo mucho que las extrañan, etc?” Cuando dijo eso se me estremeció mi pecho y sentí mayor dolor e mis costillas al aumentar mi respiración. Fue ahí donde no aguanté más estar en silencio y la callé con un “Te equivocas. Tal vez son pocos los hombres que compartan sus sentimientos hacia una mujer con sus amigos, pero te aseguro algo, la gran mayoría somos de los que sufrimos en silencio, con muchos tragos, y con varias peleas de machos que nos hagan olvidar los dolores del alma y solo podamos sufrir con dolores físicos”. Al decir esto se quedaron calladas y me miraron, se dieron cuenta de inmediato al verme mi labio deformado y con mi ojo un poco morado que lo decía por experiencia propia.
Luz no dudó en decirme ¿quieres contarnos mas?. Y ahí empecé con mi historia de fracasos tras fracasos, de mi vida sin rumbo, de cómo meto la pata siempre, de cómo permití que nuestra relación muriera, de cuando te fuiste y mis formas de olvidar el dolor. Me escucharon en cada momento, debo admitir que ustedes las mujeres si que saben comprender. Me sentí muy cómodo y acogido.
Al escucharme hablar de ti, las chicas me miraban y sonreían, incluso me sorprendió ver a Luz que me dijo “te enamoraste hasta las patas” como podía darme ese comentario cuando unos 30 minutos antes no dejaba de decir que los hombres no se enamoran, como que le hice cambiar su perspectiva de nosotros.
Fue así, que tanto escucharlas de cómo ustedes piensan, como se entregan a nosotros es como me pude dar cuenta de la forma en que me debes estar viendo, de la forma que debes recordar nuestra relación. Y claro como siempre lo último es lo que más queda debes pensar en mí como el hombre manipulador, fracasado, egoísta e inestable que soy. Y lo peor de todo es que ese soy yo. Tal cual como dice cada palabra y me odio por serlo. Es claro que tenías que dejarme alguna vez. No he sido bueno para ti nunca y lo sé, lo supe desde un principio. Comprendí por la forma en que hablaban las chicas que vivir conmigo debió haber sido un gran martirio, y claro por eso te sientes ahora tan libre. Se que debes ver que fui un error en tu vida, lo que para mi es todo lo contrario. Por más que todas me decían que no lo viera así, que no me podía echar tan abajo en la relación, así lo siento.
Creo que después de escuchar mi historia se compadecieron y dejaron de hablar de amores y relaciones. Fue Luz la que me dijo, "ok galán es hora de que olvides tus penas y nos divirtamos de una vez" me tomó de la mano y me llevó a bailar. Luego se nos acercaron las demás y tuve que ir turnándome para bailar con todas. Ya después de tantos roncola me costaba mantenerme en pié y nos matábamos de la risa los 5 borrachos intentando coordinar los pasos.
Ya como a las 3:30 de la mañana decidimos irnos, tomamos todos un taxi que fue dejando a cada una en sus casas, dejamos primero a la Isi, luego a Cinthia, y después a la Eli. Y nos quedamos solos en el taxi Luz y yo, la próxima casa más cercana era la mía, y camino a ella Luz me preguntó que como me sentía, “dolido aún pero siento que me saque un peso de encima haber podido compartir con ustedes lo que me pasa” le dije. Es extraño que haya logrado tal nivel de confianza con estas chicas, conociéndome lo esquivo y cerrado que soy normalmente. Una vez que el taxi llegó al edificio Luz me dijo que si necesitaba compañía esta noche, me extraño enormemente su pregunta y no la comprendí al principio, luego de unos segundos en silencio que la quedé mirando sin comprender a lo que se refería, ella me dijo “no te preocupes, nada serio solo para olvidar las penas”. Ahí me dí cuenta de lo que me estaba insinuando. Caballerosamente le dije que muchas gracias, que cualquier hombre no hubiera rechazado su oferta, pero yo en estos momentos no me encontraba dispuesto para ninguna aventura. Luego que le dije eso, sentí que se enojó un poco y me dijo, “bueno cariño te estaba proponiendo el mejor remedio para tus dolencias, pero por lo visto eres un masoquista de primera, y créeme sé de lo que hablo, pero bueno tu te lo pierdes”. Así que me bajé del taxi y seguí mi rumbo al depto como pude intentando no caerme en el camino. Gracias a dios estaba tan casando que me dormí de inmediato y no me puse a pensar en nada.
Y aquí estoy son las 1 de la tarde desperté hace unos 30 minutos. Dormí como un bebé, pero la caña me tiene muerto, con dolor de cabeza y muerto de sed.
Haber salido con las chicas fue bastante productivo pude comprender más tu punto de vista, pero a la vez odiarme más aún por lo imbecil que he sido tuve una enorme mujer, que claro no merecía. Un hombre como yo no te merece en ningún sentido. Te agradezco todos los años de vida que me diste. Espero que algún día cuando pienses en mí, no me recuerdes como ese hombre que he sido, me gustaría al menos que solo recordaras las cosas buenas que vivimos y lo feliz que fuimos en algún tiempo de nuestra relación.
Espero tu mail, ah te dejo esta canción de Nickelback - How you remind me, creo que en cierto modo me describe.
Miguel
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